Por José Luis González
Profesor en Ciencias de la Educación. Enseña en el Instituto de Formación Docente de la ciudad de Ushuaia. Actualmente se desempeña en el área de la formación general y está a cargo de los espacios de Filosofía de la Educación, Pedagogía y Sociología de la Educación en diferentes profesorados del instituto.
Ayer, en medio de un año signado por inhumanas políticas de ajuste, celebramos el 30° aniversario de nuestro Instituto de Formación Docente de Ushuaia (Argentina, Patagonia sur). Fue una semana de festejos. Festejos entendidos desde la lucha, la resistencia y la invención. Festejos que buscan defender un tipo de educación. Esa educación que es pública y gratuita. Esa que es para todas y todos.
Entender una celebración desde esta perspectiva es ponerse a inventar juntos, diferentes modos de habitar nuestro Instituto. Modos que, en medio de una época inundada por el mercado, busquen abrir otros mundos posibles.
Uno de esos inventos son nuestras Jornadas anuales de Pedagogía Social. Quienes las organizamos somos un equipo de profesoras y profesores de diversa procedencia, que hemos conformado en el año 2016 el colectivo RizomaTDF. Mayormente vivimos y trabajamos en Ushuaia desde hace muchos años. En mayo de 2017, realizamos las primeras Jornadas. En aquella oportunidad invitamos a reconocidos expositores: Silvia Duschatzky. Silvia Grinberg y Osvaldo Dallera.
Hace menos de una semana terminamos las segundas Jornadas. Esta vez el trabajo se dio en torno a la escritura y puesta en común de ponencias presentadas por colegas del Instituto y la región. Una vez más, insistimos en la necesidad de pensar juntos. Reflexionar sobre líneas que habiliten nuevas posibilidades en el campo de la Educación. Ese campo, que, durante tantos años, estuvo restringido por los principios de la Pedagogía tradicional.
Los orígenes de la Pedagogía Social datan del siglo XIX, pero ésta ha logrado mayor relevancia a partir de la última década del siglo pasado. Desde su perspectiva, investiga y piensa el campo socio educativo para ofrecer principios de acción. Trabaja promoviendo el acceso y orientando las acciones que favorezcan la permanencia dentro del sistema formal de educación. En este sentido, la Escuela (y la escolarización) son algunos de los problemas sobre los que trabaja.
La propuesta de las últimas Jornadas fue interrogar la Formación Docente y la escolarización actual, desde los aportes que hace la Pedagogía Social. Su mirada, periférica, nos permite visibilizar los efectos de exclusión y expulsión que la misma
Escuela genera. Esta posición busca restituir derechos para emancipar, algo que el sistema de escolarización tradicional, apenas percibe.
Estamos convencidos que la Pedagogía sirve para buscar, pensar y proponer principios, puntos de partida, orígenes, a partir de los cuales desatar una potencia, desplegar una propuesta educativa, abrir un horizonte, educar. La Pedagogía Social busca en los márgenes, ronda las periferias, quiere rescatar, educar ahí: en el territorio que las personas frecuentamos. Sin el corset escolar, anda por los barrios y recorre las plazas. Ofrece, incansablemente, las condiciones para que cada persona alcance su propia emancipación.
15 de septiembre de 2018 | Ushuaia | Argentina